Lic. Luciana Ujidos
Modas que van y vienen, artículos de consumo que llegan a su fecha de vencimiento cada vez con mayor premura, tiempos instantáneos y relaciones del día a día…
Algunos consideran que en este contexto, y ante la búsqueda de resultados inmediatos y de “soluciones pragmáticas” ya no queda lugar para el psicoanálisis…
Disiento con esta idea.
La exigencia de la sociedad actual a adaptarse a sus estándares deja poco espacio para lo singular de cada sujeto.
A pesar de ello, y afortunadamente, muchos perseveran en sus intentos de encontrar alguna forma de hacerse oír, a veces incluso a través de sus síntomas. Y aquellos que no pueden hacerlo, suelen sufrir en silencio las pesadas consecuencias que esto acarrea consigo.
El psicoanálisis se presenta como una práctica que privilegia la singularidad de cada quien, brindando un marco donde se favorece el despliegue de la palabra de aquel que, por diversos motivos, sufre, para encontrar allí alguna verdad sobre aquello que le sucede.
En el rechazo a fórmulas preestablecidas y generalizables para todos, el psicoanálisis se adentra en los modos de pensar, de sentir, de actuar, de hacer con el padecimiento, de relacionarse con los otros… de cada persona en sus especificidades.
Un psicoanálisis implica un recorrido, un proceso, una travesía no sin obstáculos, un trabajo en el que se comprometen tanto el analista como su paciente.
No promete soluciones mágicas –las cuales, como la magia, aparecen y desaparecen en un abrir y cerrar de ojos- pero sí aspira a que el paciente logre hacer algo distinto con aquello que lo atormenta, como efecto del recorrido realizado junto con su analista, y que implica una apuesta y una decisión a enterarse de lo que sabe sin saber.
Lic. Luciana Ujidos
lucianaujidos@gmail.com
